La felicidad es socialista
Hoy me desvío del tema financiero y es que quiero compartir
mi felicidad con quien lea mi blog. Es que estoy haciendo una pequeña
remodelación en mi casa, que la tiene patas arriba, con toda la ropa metida en
maletas y un tierrero por todos lados. En estas condiciones lo lógico es que el
trabajo avance lo más rápido posible para poder retomar el orden prusiano que
mantiene mi esposa normalmente. Y aquí viene el primer problema; las palabras “avance”
y “Venezuela” difícilmente se pueden mantener en un mismo párrafo en tiempos de
revolución. ¿Pero
por qué mi felicidad entonces? Porque he comprado cemento! Después de varios días
de parálisis por falta de insumos, por fin he conseguido lo que nos faltaba, la
obra podrá “avanzar” hasta ser culminada, a menos que no escasee otro material.
En la Venezuela de hoy la felicidad se mide por nuestra
capacidad para conseguir café, harina, azúcar, papel sanitario, entre muchos
artículos de consumo ordinario. Lo que equivale en áreas profesionales a conseguir
cemento, cabillas, repuestos automotrices o cualquier materia prima. Si usted
padece una dolencia su felicidad será comprar cualquier medicina que la suerte
le depare. Y uso la palabra suerte con mucho cuidado porque tengo el firme
convencimiento de que la vida está determinada por nuestro esfuerzo y nuestra
constancia, pero en el caso de la salud en nuestro país el conseguir las
medicinas necesarias es cuestión de suerte.
Entiendo entonces que el socialismo si da felicidad, porque convierte
esas pequeñas cosas de la vida en una gran satisfacción. Usted no debe
preocuparse porque uno de sus hijos dirija la estación espacial, que descubra
la cura de una enfermedad milenaria o que supere las marcas de Vizquel; con que
consiga cemento o harina obtiene su realización personal. Si además logra
llegar a casa sin recibir un disparo en la calle o sin que lo atropelle un
borracho entonces la vida es perfecta.
Hoy me siento como mi perra cada vez que llego a casa, cuando ella salta
de felicidad mientras busca su juguete preferido. ¿Será que el socialismo me esta
convirtiendo en un animal?
En el socialismo solo necesitas lo necesario... si algo te sobra lo compartes con quien no tiene... Para vivir solo necesitas comida, agua y un catrecito donde dormir.. lo demas es lujo. Asi que por que no dejas ese egoismo que aprendistes viviendo en el imperio y compartes media bolsita de cemento con tu vecino ?
ResponderEliminarTotal, el pan y el circo lo provee el gobierno.. tambien quieres que te de cemento!!!!
Cememto! Todavia recuerdo como tenia que manejar y hacer colas para obtenerlo! Conseguirlo es cuestion de suerte, y a veces "cuestion de feeling" (como decia Melissa). Que suerte la tuya lo conseguiste! Definitivamente una bendicion para tu familia!!! Abrazos!
ResponderEliminar